Por editor
-La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho pública una recomendación a
los países que no están libres de la poliomielitis para que declaren que la
interrupción del virus de la polio es una emergencia de salud nacional y que se
aseguren de que todos los residentes y visitantes a largo plazo y de todas las
edades reciban una dosis de la vacuna oral.
Los expertos también recomendaron intensificar la
coordinación para aumentar la cobertura de vacunación de las personas que
viajan y que cruzan regularmente las fronteras, y para mejorar el seguimiento
de la calidad de la vacunación en los puntos de tránsito, así como el
seguimiento de los viajeros no vacunados.
Estas recomendaciones se producen porque expertos de la OMS
aseguran que el mundo se enfrenta a una situación extraordinaria de brotes del
virus de la poliomielitis.
La enfermedad se transmite desde Irán y Afganistán, hasta
Nigeria, Filipinas y Malasia. El riesgo de propagación de poliomielitis
continúa siendo una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional,
concluyó por unanimidad un comité especializado de la Organización Mundial
de la Salud esta semana tras una reunión en Ginebra.
Los expertos señalan que el progreso de los pasados años se
está revirtiendo, con el riesgo de una transmisión transfronteriza en su
punto más alto desde el 2014, cuando se declaró la emergencia.
Esto se debe principalmente a la epidemia en Pakistán, que
se extendió a Irán y a Afganistán. Otra cepa del virus se ha transmitido de
Nigeria a Chad, Cote d’Ivoire y Togo, así como entre Filipinas y Malasia.
El comité dijo que la situación actual sigue siendo
“extraordinaria” y destacó la necesidad de esfuerzos continuos para
abordar la enfermedad viral altamente infecciosa que puede causar parálisis y
afecta principalmente a niños menores de cinco años.
Aumento
significativo de los casos
Los expertos expresaron especial
preocupación por «el aumento significativo» en los casos del poliovirus salvaje
1 (WPVI), una de las tres cepas que deben ser eliminadas.
En 2018 hubo 28 casos, mientras que a
mediados de diciembre del año pasado se registraron 113, «sin un éxito
significativo aún para revertir esta tendencia».
La transmisión sigue siendo
generalizada en Pakistán, donde los desafíos incluyen la continua negativa
de individuos y comunidades a aceptar la vacunación. También hubo
evidencia de una mayor propagación al vecino Afganistán, donde la inestabilidad
continua hace que decenas de niños sean inaccesibles, particularmente en el
sur.
Por otro lado, esta cepa no se ha
detectado en Nigeria durante tres años, lo que significa que la región africana
podría estar certificada este año como libre de virus. El Comité de Emergencia
también elogió los esfuerzos para llegar a los niños en el estado de Borno, en
el norte, que ha estado bajo el control de una insurgencia terrorista de Boko
Haram durante una década.
Con respecto a los poliovirus derivados
de vacunas circulantes, el Comité de Emergencia recordó que se han producido
brotes en África, el Mediterráneo oriental, Asia sudoriental y las regiones del
Pacífico occidental, mientras que siete países han informado de epidemias
desde su última reunión hace tres meses.
Además, se registró la propagación de
otra cepa en África occidental y el área del lago Chad, llegando a Costa de
Marfil, Togo y Chad, así como de Filipinas a Malasia.
«La rápida aparición de múltiples cepas en varios países no tiene
precedentes, es muy preocupante y aún no se entiende completamente», aseveraron
los expertos en el comunicado
No hay comentarios:
Publicar un comentario