El estudio ha sido publicado en el International Journal of
Environmental Research and Public Health, y
ha sido conformado gracias a los datos de 28 países de la Unión Europea que han
sido analizados. En el mismo se han hecho constar tanto los factores de riesgo
asociados a la contaminación directa del aire (partículas
Pm10, Pm2,5 y ozono así como el humo de tabaco pasivo, el formaldehído,
la humedad y el plomo.
Contaminación en Madrid
Los investigadores realizaron un cálculo de los
años de vida ajustados por discapacidad (DALYs, por sus siglas en
inglés), una medida de carga de la enfermedad global, expresado como el número
de años de vida saludable perdidos debido a enfermedad, discapacidad o muerte
prematura. De entre todos los riesgos estudiados, las partículas
en suspensión son las que producen la mayor carga de enfermedad y
restan 125.000 años de vida saludable sobre todo a los niños, ya que se
relacionan con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y neurológicas,
entre otras, y están asociadas con una mayor mortalidad infantil.
Los países que han participado en el estudio, un
total de 22, y con excepción de Luxemburgo, Irlanda, Suecia, Estonia,
Finlandia y Dinamarca, todos reportaron niveles altos de PM10 por encima de
los datos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS),
que cifra la media anual inferior a 20g/m3.
DE IGUAL FORMA, EN EL ESTUDIO SE VALORÓ EL NIVEL DE
OZONO QUE ACTUALMENTE ESTÁ POR ENCIMA DE LOS NIVELES CONSIDERADOS SEGUROS; ES
DECIR, UNA MEDIA DE 100 G/M3 DURANTE OCHO HORAS.
Los investigadores de este estudio apelan a crear
una base de datos europea que sea común en donde puedan ser recopilados los
datos de exposición así como los factores de riesgo ambientales para la
infancia y sobre todo, que existan estudios epidemiológicos sobre los múltiples
factores de riesgo ambientales que dan lugar a la mortalidad de muchas
personas. Mortalidad que pudiera ser evitable.
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