Decisiete años después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, sigue operativa la base militar de Guantánamo, el centro de detención más controvertido del mundo, situado en territorio cubano y concebido para internar allí a los terroristas sospechosos de pertenecer a los yihadistas de Al-Qaeda y a los Talibanes.
De los 800 detenidos inicialmente, en este momento quedan 40 prisioneros, “encarcelados violando totalmente los derechos humanos”, denuncia el canal internacional Euronews, al tiempo que recuerda que el cierre de la base extraterritorial fue una promesa incumplida del presidente estadounidense Barak Obama y que el actual mandatario de la Casa Blanca, Donald Trump, no solo ha decidido
mantener las instalaciones sino que tiene pensado un plan de modernización por valor de varios millones de dólares. De los 800 detenidos inicialmente, en este momento quedan 40 prisioneros, “encarcelados violando totalmente los derechos humanos”, denuncia el canal internacional Euronews, al tiempo que recuerda que el cierre de la base extraterritorial fue una promesa incumplida del presidente estadounidense Barak Obama y que el actual mandatario de la Casa Blanca, Donald Trump, no solo ha decidido
Cuando se han cumplido diecisiete años de la apertura de la base, Amnistía Internacional (AI) ha publicado un informe titulado “Guantánamo: 17 años de violaciones” en el que empieza asegurado que “mientras continúe abierto seguirán las violaciones”.
“Guantánamo sigue funcionado, mientras que esta cárel debería formar parte desde hace mucho tiempo del capítulo deplorable de la historia de Estados Unidos. Diecisiete años después de su apertura sigue siendo un símbolo de la xenofobia que define la presidencia de Donald Trump, quien al anular la orden de su antecesor, Barack Obama, de cerrar la prisión militar de Guantánamo, ha abierto el camino a una nueva era de violaciones de los derechos humanos”.
Según el informe de AI, la mayoría de los cuarenta prisioneros que permanecen allí han sido torturados, y algunos de ellos continúan en la base pese a que la orden de su traslado se firmó hace ya varios años, como es el caso de Toffiq al Bihani, torturado por la CIA ates de ser enviado a Guantánamo en 2003. La orden de su traslado a otro país fue aprobada en 2010.
AI pide que se proceda al inmediato traslado de los detenidos que ya tienen firmada la orden, y que al resto se les acuse de una vez y se les juzgue de manera equitativa, o se les ponga en libertad «para que esta vergonzosa institución pueda cerrar definitivamente sus puertas»
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