En su comunicación, el Papa ordenó a los 32 obispos del país
viajar a Roma la tercera semana de mayo, para reflexionar sobre el asunto.
Dos
semanas antes irán como invitados especiales que se alojarán en el Hotel Santa
Marta donde vive el Papa, Juan
Carlos Cruz, James
Hamilton y José
Andrés Murillo, abusados por el cura Fernando Karadima y
quienes desde hace diez años, han luchado por ser oídos y que se haga justicia.
Como
reacción a la carta, la Conferencia Episcopal declaró que se harán cargo de los
errores; mismos que involucran al cardenal Errázuriz y a los obispos de Osorno, Talca y
Linares; quienes ocultaron al Papa las violaciones cometidas durante décadas
contra decenas de jóvenes por Karadima, párroco de la iglesia del Bosque;
ubicada en una zona acomodada de Santiago, la capital chilena.
Pero el cardenal Francisco Javier Errázuriz arzobispo emérito de
Santiago, miembro del Consejo de Cardenales, cabeza de la Arquidiócesis en los
años de los abusos y receptor de los documentos de denuncia, negó su responsabilidad
aduciendo que no es su tarea informar al Papa “de lo que pasa en la Iglesia
chilena”.
Como seguramente los lectores recordarán, el papa Francisco estuvo
en Chile a mediados del pasado enero; en una visita no muy bien recibida.
Lo que se atribuyó a su nacionalidad argentina; a declaraciones a favor
de la salida al mar para Bolivia, en contra de la posición de Chile y los tratados
existentes; a la creciente laicidad de la sociedad chilena; y sobre todo a que,
pese a los escandalosos abusos de que se dice fue testigo, el obispo de
Osorno, Juan Barros, estuvo presente en todas las ceremonias.
Y aunque el Papa pidió
desde entonces perdón a las víctimas; acusó a algunos de los abusados
entre ellos a sus tres invitados de hoy, de haber mentido.
Pero algo le debe haber quedado rondando, porque a los pocos días envió
a Chile una comisión presidida por Charles Scicluna,
obispo de Malta y especialista en casos de pederastia sacerdotal, para oír a
las víctimas; principalmente a las de Karadima.
Y resultado de esa misión, es la carta en la que Francisco advierte que
cuando los miembros de la Comisión le entregaron los informes:
“Reconocieron
ante mí sentirse abrumados por el dolor de tantas víctimas de graves abusos de
conciencia y de poder y, en particular, de los graves abusos sexuales cometidos
por diversos consagrados de vuestro país contra menores de edad, a los que
robaron la inocencia”.
La carta fue leída a media semana en una plenaria episcopal; tras la que
sus miembros emitieron una escurridiza declaración, en la que califican la
llamada de atención del Papa, “como invitación a asumir con magnanimidad y
humildad este desafío”; asegurando sentir como él, “dolor y vergüenza” por no
haber logrado sanar las heridas dejadas por los abusos, “que siguen siendo una
‘llaga’ abierta en el corazón de la Iglesia”.
Ante eso, llovieron comentarios contra la antes intocable jerarquía
católica; y los diarios se hicieron eco de las críticas.
Aquí tienen algunas de ellas:
·
“Una respuesta tardía… solo existe impunidad para
el que debería estar condenado…”
·
“…del catolicismo hace un buen rato que me
aparte, no puedo ni quiero meter a todos los sacerdotes en un mismo saco, pero
la acción de algunos, que no son pocos, lo ha logrado”
·
“…La teleserie continúa en mayo en Roma…”
·
“… Parece que al “Sr Nuncio” se le viene pesada la
mano…”
·
“…Si se ha establecido de manera irrefutable que
Barros es culpable, le toca ser castigado…”
·
“…Es una tragedia que el Santo Padre, nuevamente no
tome decisión alguna…”
·
“Decepcionante…”
·
“… El Papa llegó a Chile absolutamente perdido”.
·
“Para reparar en lo posible, lo primero es que
Karadima (actualmente condenado por el Vaticano a una vida conventual de
oración y reflexión) sea metido en la cárcel…”
·
“Ninguna autoridad debe estar por sobre la ley, sea
política, económica o religiosa.”
·
“… Ni hablar de los “guías”, son tipos gordos,
pedófilos, alcohólicos y con atracción a lo material”.
·
“…en pleno siglo 21 seguimos esperando que el Papa
tome decisiones… Lo que deberíamos hacer es ejercer nuestras leyes, y que el
curita pague con cárcel…”.
·
“Hay que limpiar la basura acumulada por
décadas debajo de la alfombra, a vista y paciencia de la oligarquía chilena…”
Ya veremos qué pasa en mayo.
1. Teresa Gurza es una
periodista mexicana multipremiada que distribuye actualmente sus artículos de
forma independiente
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