La enfermedad
de parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta
al sistema nervioso de manera crónica y progresiva. Es la segunda
enfermedad neurodegenerativa más prevalente después del Alzhéimer y se engloba
dentro de los llamados trastornos del movimiento.
Según las últimas investigaciones existen nuevos
resultados para detectar con mucha antelación la enfermedad de parkinson y
frenar así su degeneración restableciendo las neuronas dañadas.
El
estudio ha sido publicado en la revista Molecular Therapy y
han formado parte investigadores delHospital Vall d´Hebron.
Según los datos que citan, se puede demostrar por primera vez en su estudio,
que la sobreexposición del factor de transcripción TFEB en neuronas
dopaminérgicas tiene además de un efecto neurotrófico; un
efecto neuroprotector. Esto ha sido probado en roedores que padecen la
enfermedad y podrá ser la vía para saber cómo incrementar las enzimas que
sintetizan la dopamina.
Es
muy importante detener la enfermedad pero lo más importante para los
científicos es prever que va a debutar así como rescatar a las neuronas
afectadas y sanarlas. Si estas sufren una atrofia, con la sobreexposición de
TFEB recuperarán su tamaño normal y también su funcionalidad.
A
día de hoy se desconoce la razón por la cual las neuronas se mueren por esta
enfermedad, aunque se sabe que en España al menos 160.000 personas están
afectadas y la tardanza a la hora de diagnosticar la enfermedad supone que
entre uno y cinco años aumenten los pacientes que comienzan a tener cuadros
complejos. La pérdida de la sustancia negra provoca la falta de movimientos que
dan lugar a temblores, rigidez u otras características de la marcha que impiden
hacer una vida normal.
La edad media del inicio de la
enfermedad es entre los 55-60 años y se considera que tanto los factores
genéticos, medioambientales como el propio envejecimiento neuronal hace que las
personas desarrollen parkinson.
El parkinson produce una falta de dopamina en el cerebro que es
la que regula los movimientos del cuerpo, el estado de ánimo y la estabilidad
en todos los sentidos. Al ser un proceso degenerativo no comienza brúscamente y
no todas las personas refieren los mismos síntomas; desde perder el olfato,
padecer estados depresivos; problemas digestivos; encorvamiento de la espalda;
mareos; falta de expresión facial; voz baja que no tienen mucho que ver
inicialmente con la enfermedad. Esto despista a la hora de tener un diagnóstico
completo porque puede dar síntomas pero no expresamente de parkinson.
Es
importante mantener la calidad de vida, fomentar la autonomía para evitar
personas dependientes y favorecer los movimientos mediante fisioterapia y otras
actividades que impulsen al paciente a desplazarse y moverse cada día. Mantener
la salud mental es conveniente dado que muchos de ellos entran en una fase
depresiva porque se ven impedidos o sus extremidades no responden. Una ayuda a
tiempo o según va degenerando la enfermedad es muy importante.
La
Sociedad Española de Neurología celebra el día mundial del parkinson; neurólogo
que dio nombre a la enfermedad y advierte que de seguir así, en 20 años,
tendremos el triple de pacientes afectados dado que tanto la prevalencia, como
la incidencia, han aumentado en las últimas décadas en España.
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