Santos anunció el jueves
su decisión para tomar ciertas medidas destinadas a contener el gran flujo de
migrantes venezolanos que abandonan su país rumbo a Colombia— en su mayoría
hacia ciudades de Arauca, La Guajira y Norte de Santander—debido a la mala
situación económica y política que reina en Venezuela.
El jefe de Estado
colombiano, indicó que pretende endurecer los controles migratorios en la
frontera con Venezuela, mediante medidas como la obligación de sellar el
pasaporte, entre otras.
De igual modo dijo que
enviará dentro de poco unos 3000 efectivos más, tanto policiales como
militares, para vigilar los cientos de pasos fronterizos que utilizan los
migrantes venezolanos para entrar ilegalmente a Colombia, muchos de los cuales,
según agregó, no logran tal fin, pues optan por quedarse, desbordando a las
localidades fronterizas entre ambos Estados vecinos.
“Colombia nunca había
vivido una situación como la que estamos viviendo hoy”, afirmó el mandatario
colombiano, mientras señalaba que los intentos de Bogotá durante el último año
para hacer frente con esta situación precaria en las zonas fronterizas con
Venezuela no fueron muy exitosos. “Es un problema que está creciendo, un
problema serio”, aseveró.
Colombia en reiteradas
ocasiones ha denunciado “el impacto” que la crisis venezolana ha tenido en
Colombia y ha instado a “restaurar el cauce democrático” en el país vecino,
tras asegurar que son los ciudadanos los que están sufriendo las consecuencias
de una “dictadura garete”. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, a su vez,
ha acusado en más de una ocasión a Bogotá de ser títere de EE.UU. y de promover
la “campaña de agresión” contra Caracas. Fuente:
newsfront
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