Arce
expuso durante una rueda de prensa la esperanza de que el gobierno
estadounidense, según el proceder de su justicia y la del juez de la Corte del
Distrito de Miami, Florida, James Cohn, permita que estas personas lleguen a
suelo boliviano para responder por la muerte de 67 personas y de 400 heridos.
Asimismo, lamentó que el caso de
estos prófugos de la justicia resultara bloqueado por la actitud cómplice de
Estados Unidos, que nunca respondió a la solicitud del presidente boliviano Evo
Morales ni de la Fiscalía General del Estado.
Dicha negativa, recordó, nunca
permitió que el expresidente Goni y el exministro de Defensa Sánchez Berzaín
retornaran al país para ser procesados por los crímenes cometidos en octubre de
2003 en las ciudades de La Paz y El Alto.
El juicio civil contra esas
exautoridades bolivianas comenzará el 5 de marzo próximo en la Corte Federal de
Fort Lauderlade, Florida, tras haberse rechazado una objeción presentada por
los demandados.
La solicitud del proceso fue
presentada por un grupo de familiares de las víctimas en 2007, cuatro años
después de que Sánchez de Lozada abandonara el país junto a varios de sus
ministros, tras la caída de su gobierno.
Al respecto, Arce precisó que esta
causa es una iniciativa privada llevada a cabo por un grupo de familiares
afectados por el también llamado Octubre negro, y no por el Estado boliviano,
aunque especificó que se hará el seguimiento respectivo.
Este juicio civil en Estados Unidos,
que es separado del juicio de responsabilidades, es un incentivo y elemento que
ojalá sea tomado en cuenta por el poder político del país norteño y puedan
darse cuenta que en Bolivia se han vivido una serie de violaciones a los
derechos humanos, aseveró.
De esta manera, el ministro saludó la
decisión de la justicia estadounidense de instalar el juicio civil de derechos
humanos contra Goni y Sánchez Berzaín, por los crímenes cometidos en octubre de
2003, quienes ya comparecieron en una etapa previa y alegaron inocencia Fuente: Prensa Latina
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