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viernes, 9 de febrero de 2018

Acero vegetal: el Bambú

           Más liviano que el acero, pero cinco veces más fuerte que el concreto, el bambú es oriundo en casi todos los continentes, excepto en Europa y la Antártida. De acuerdo con las últimas tendencias arquitectónicas, las construcciones con esta planta son cada vez más comunes, gracias a su resistencia, liviandad y capacidad de ahorro de energía. (Jue, 08 Feb 2018)
Hace algunos años en la Ciudad de México develó la mayor estructura de bambú nunca antes construida: el Museo Nómada, una estructura temporal de tres naves de 5,130 metros cuadrados que ocupa casi la mitad de la Plaza del Zócalo, la más grande de América Latina. 

Desde Hawái hasta Vietnam el bambú es usado para construir las más lujosas residencias y resorts pero también iglesias y puentes. 


De acuerdo con el artículo publicado en CNN Extension, Simón Vélez, arquitecto colombiano, ha liderado la vanguardia del diseño con un material previamente asociado más con las esterillas tejidas y tuberías andinas. 

Hace dos décadas, Vélez hizo un simple descubrimiento: al usar pequeñas cantidades de pernos o tornillos en las juntas, al contrario de los métodos tradicionales de usar amarres o sogas, pudo descubrir la verdadera fuerza natural y la flexibilidad de la guadua, un grueso bambú colombiano. 
(Iglesia Privada por Simón Vélez) 

En la caliente ciudad de Girardot, a dos horas de su residencia construida en bambú en Bogotá, Vélez, terminó el prototipo de una estructura que ahorra energía: un modelo de tienda para la cadena francesa Carrefour. 

La obra de 2,000 metros cuadrados tiene un techo de 16 metros elaborado en guadua. Si en lugar de ese vegetal, Velez hubiese sido mas clásico y hubiera utilizado acero, que absorbe cada rayo de sol, los costos de uso del aire acondicionado se hubieramn triplicado. 

En Bali, el alemán Joerg Stamm usó la misma técnica, que conoció de aprendiz junto a Vélez, al construir un puente de 50 metros, lo suficientemente fuerte como para aguantar un camión. 

Pruebas sísmicas al bambú respaldarían sus afirmaciones. Tras años de desarrollar códigos de construcción desde su laboratorio en Holanda, Jules Janssen estaba en Costa Rica cuando en 1991 se produjo un mortal terremoto de 7.7 grados de magnitud. 
Al recorrer horas después la zona del epicentro, Janssen descubrió que todos los edificios de ladrillo y concreto habían colapsado. 

“Pero las 20 estructuras construidas allí coincidentemente con bambú se mantuvieron de forma maravillosa. No tenían ni una sola grieta”, aseguró Janssen, un ingeniero civil y experto en las propiedades físicas del bambú. 

“La relación de peso y resistencia es la mejor en el mundo. Cualquier cosa construida en acero, yo la puedo hacer en bambú más rápido e igualmente barato”, aseguró. 



Alternativas de uso del bambú. 

El bambú puede aplicarse en la construcción de viviendas rurales, además de fomentar su siembra y explotación racional para usos artesanales locales y como protector, que siempre lo ha sido, de los recursos suelo y agua. 

En Latinoamérica se evidencia la necesidad de incorporar el bambú a los programas de desarrollo social, con el objeto de contribuir a diversificar la estructura productiva, generar empleos, sustituir importaciones y mejorar los mecanismos de protección y conservación de los recursos. Actualmente se emplea abundantemente en la elaboración de muebles, artesanías, obtención de celulosa para papel y para la elaboración del alcohol etílico y almidón. 


La guadua, bambú o guafa como se le conoce en Sudamérica, es pariente del arroz y maíz –gramíneas- y es el único dinosaurio vegetal viviente sobre el planeta, capaz de convertirse en gran opción para solucionar problemas de erosión y preservación de las fuentes de agua, debido a la estructura radical basada principalmente en sus rizomas que impiden que actúen los agentes erosivos. 

Por tal motivo, constituye una muy buena alternativa para recuperar las cuencas hidrográficas, porque además de retener el suelo en las laderas, protege con su sombra los espejos de agua. Su follaje caído al suelo, sirve de esponja retenedora de la lluvia. 
Taxonómicamente, los bambúes pertenecen a la más primitiva, diversa y menos estudiada subfamilia de las Poáceas (gramíneas), la denominada subfamilia Bambusoideae y se pueden agrupar en dos grandes supertribus: 

Olyrodae. La constituyen los bambúes herbáceos; poseen un sistema simple de ramificación, sistema rizomático simple, floraciones frecuentes; crecen en el estrato de la selva tropical por debajo de los 1,500 metros de altitud y polinizados generalmente por insectos. 

Bambusodae. En esta supertribu se encuentran los bambúes leñosos; se caracterizan por tener culmos leñosos sin sistemas complejos de ramificación, fuertes sistemas rizomáticos, ciclos de flora- clon prolongados con intervalos de 50 a 120 años y crecen preferiblemente en hábitats abiertos, entre los 0 y 4,000 metros de altitud, polinizados generalmente por el viento. 

En el caso de la guadua angustifolia, las cañas de mayor resistencia, con la edad se tornan más finas, pero con paredes más densas, con manchas en su superficie y tono cobrizo. Sus ramas se limitan a poblar la parte superior o cabeza, con diámetros promedios de 10 a 15 centímetros y con longitudes de los 12 a 16 metros útiles, promediando una superficie entre 3.72 a 7.03 metros cuadrados. 

En cuanto a su distribución geográfica, los bambúes en América se extienden desde los 39°25' N, de la parte oriental de los Estados Unidos, hasta los 45°23' 30" S en Chile y aun hasta los 47° en Argentina. 

En Venezuela, por ejemplo, la distribución de esta gramínea se encuentra casi en su totalidad sobre el territorio, desde el nivel del mar, hasta incluso por encima de los 3,000 metros sobre el nivel del mar. 


Uso en la construcción: 

La guafa [Guadua angustifolia] puede conformar un alto porcentaje del material para la construcción de una vivienda: 

Rolliza: puede servir como estructura al ser usada de manera completa. 

Abierta: pisos, paredes, cubiertas, puertas, ventanas, recubrimientos, etc. 

El material que complementa eficazmente es la madera y el clavo, materiales accesibles prácticamente para todo el mundo. 

Aunque principalmente el empleo de estos materiales está dirigido a la autoconstrucción, puede ser obtenido mediante procesos artesanales y semi industriales, utilizando herramientas cada vez más complejas y personal de planta. 

La conformación de entramados o bastidores de madera, forrados por ambos lados con tablones de caña picada con clavos y alambre, unidos entre sí y asegurados con clavos, pletinas o pernos, caracterizan un sistema de construcción. 

Estos paneles, una vez recubiertos, pueden llevar empotradas las instalaciones eléctricas, sanitarias u otros accesorios funcionales de construcción, así como acabados sobre superficies (mármol, vinil, etc.) 

El sistema permite la ejecución por fases o habilitación progresiva, donde el usuario o beneficiario puede continuar o completar su vivienda. Frente a una mentalidad mercantilista, este sistema de construcción enfrenta serios inconvenientes. 
Sin embargo ¿es posible asegurar la edificación?, ¿es realmente inmune a los incendios, a los sismos, a la humedad?, ¿es una construcción de alto riesgo? 

Entre otras, estas interrogantes pueden ser rebatidas, siendo el resultado el mismo para una persona de escasos recursos económicos, cuyo jornal inclusive no está seguro ya partir de ello deducir lo demás. 

Es necesario pensar en el bambú como alternativa de construcción y en la infinidad de usos que puede darse a este material. 

Fuente: http://www.derf.com.ar/despachos.asp?cod_des=181878&ID_ 

Seccion=65    http://www.ceniap.gov.ve/pbd/RevistasTecnicas/FonaiapDivulga/ 
fd49/bambu.

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