Los chalecos amarillos sostienen que la oligarquía francesa tiene
dinero para restaurar Notre Dame, pero no muestra la misma disposición para
temas como impuestos fiscales y pobreza.
Frente
a la afluencia de donaciones para la reconstrucción de la catedral de Notre Dame,
devastada por un incendio el 15 de abril, se han alzado voces que denuncian una generosidad selectiva,
en un país que desde hace meses es sacudido por la crisis de los chalecos amarillos.