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jueves, 11 de abril de 2019

100 años de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).


La Organización Internacional del Trabajo fue fundada el 11 de abril de 1919, en virtud del Tratado de Versalles, este año cumplirá 100 años.  Es un organismo especializado de las Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y las relaciones laborales.

La Comisión organizadora de la OIT, estuvo  presidida por Samuel Gompers, presidente de la Federación Americana  del Trabajo (AFL), estaba compuesta por representantes de nueve países: Bélgica, Cuba, Checoslovaquia, Francia, Italia, Japón, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos.
Es una organización tripartita, la única en su género con representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores en sus órganos ejecutivos.
La fuerza que impulsó la creación de la OIT fue provocada por consideraciones sobre seguridades humanitarias, políticas y económicas.
La Conferencia Internacional del Trabajo es el órgano superior de la OIT. Se reúne anualmente, en junio, en Ginebra, Suiza. Está integrada por cuatro delegados de cada país miembro; dos de ellos elegidos por cada gobierno, y los otros dos representantes de  las organizaciones de trabajadores y empleadores respectivamente.
Al sintetizarlas, el Preámbulo de la Constitución de la OIT dice que las altas partes contratantes estaban “movidas por sentimientos de justicia y humanidad así como por el deseo de asegurar la paz permanente en el mundo...”Considerando que la paz universal y permanente sólo puede basarse en la justicia social;
Considerando que existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, que el descontento causado, que constituye una amenaza para la paz y armonía universales; y considerando que es urgente mejorar dichas condiciones;
Considerando que si cualquier nación no adoptare un régimen de trabajo realmente humano, esta omisión constituiría un obstáculo a los esfuerzos de otras naciones que deseen mejorar la suerte de los trabajadores en sus propios países.
Al principio las normas se centraron en las condiciones de trabajo: el primer Convenio de 1919 se refiere a las horas de trabajo, las famosas ocho horas diarias y cuarenta y ocho semanales.
Las áreas que podrían ser mejoradas enumeradas en el Preámbulo continúan vigentes, por ejemplo:
·         Reglamentación de las horas de trabajo, incluyendo la duración máxima de la jornada de trabajo y la semana;
·         Reglamentación de la contratación de mano de obra, la prevención del desempleo y el suministro de un salario digno;
·         Protección del trabajador contra enfermedades o accidentes como consecuencia de su trabajo;
·         Protección de niños, jóvenes y mujeres.
·         Pensión de vejez e invalidez, protección de los intereses de los trabajadores ocupados en el extranjero;
·         Reconocimiento del principio de igualdad de retribución en igualdad de condiciones;
·         Reconocimiento del principio de libertad sindical;
·         Organización de la enseñanza profesional y técnica, y otras medidas similares.
La primera Conferencia Internacional del Trabajo celebrada en Washington, Estados Unidos, en octubre de 1919 adoptó seis Convenios Internacionales del Trabajo, que se referían a las horas de trabajo en la industria, desempleo, protección de la maternidad, trabajo nocturno de las mujeres, edad mínima y trabajo nocturno de los menores en la industria.
En esa Conferencia participó José Eugenio Kunhardt, dominicano, quién lo hizo como asistente de Samuel Gomper, Presidente de la AFL, de Estados Unidos. La República Dominicana no podía participar porque estaba ocupada por las tropas de los Estados Unidos.
La OIT estableció su sede en Ginebra en el verano de 1920 con el francés Albert Thomas como primer Presidente de la Oficina Internacional del Trabajo, que es la secretaría permanente de la Organización. Con gran ímpetu impulsó la adopción de 9 Convenios Internacionales del Trabajo y 10 Recomendaciones en menos de dos años.
La Corte Internacional de Justicia declaró que el ámbito de acción de la OIT se extendía también a la reglamentación de las condiciones de trabajo del sector agrícola.
En 1925 fue creado  el Comité de Expertos como sistema de supervisión de la aplicación de las normas de la OIT. El Comité, que aún existe, está compuesto por juristas independientes responsables del análisis de los informes de los gobiernos y de presentar cada año a la Conferencia sus propios informes.
El Dr. Rafael Albuerquerque, de la República Dominicana ha sido uno de esos expertos.
El británico Harold Butler, sucesor de Albert Thomas desde 1932, tuvo que enfrentar la Gran Depresión y su consecuencia de desempleo masivo.
Estados Unidos se convirtió en Miembro de la OIT en 1934, aunque continuaba fuera de la Sociedad de las Naciones.
El estadounidense John Winant asumió el cargo en 1939 cuando la Segunda Guerra Mundial era inminente. Por motivos de seguridad trasladó la sede de la OIT en forma temporal a Montreal, Canadá en mayo de 1940.
El irlandés Edward Phelan,  que había ayudado a escribir la Constitución de 1919 y desempeñó otra vez un papel importante durante la reunión de Filadelfia de la Conferencia Internacional del Trabajo realizada en medio de la Segunda Guerra Mundial,  dirigió la OIT, en la cual participaron representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores de 41 países.
En 1946, la OIT se convirtió en una agencia especializada de la recién creada Organización de las Naciones Unidas.
En 1948 la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó el Convenio No. 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación.
El estadounidense David Morse fue Director General entre 1948 y 1970, período durante el cual se duplicó el número de países miembros.
La OIT creó el Instituto Internacional de Estudios Laborales con sede en Ginebra en 1960 y el Centro Internacional de Formación en Turín, Italia,  en 1965.
Durante la dictadura de Trujillo los trabajadores eran representados en las Conferencias de la  OIT por delegados escogidos por el gobierno, todos  miembros del Partido Dominicano, del dictador.
En 1962 participó con representantes de los trabajadores, el sindicalista Henry Molina, que tenía 21 años, en representación de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC); además quedó incluido en la Comisión de Seguridad Social de la OIT.
La Organización ganó el Premio Nobel de la Paz en su 50 aniversario en 1969.
Entre 1970 y 1973, con el británico Wilfred Jenks como Director General, la OIT avanzó en el desarrollo de normas y de mecanismos para la supervisión de su aplicación, en particular en la promoción de la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación.
El francés Francis Blanchard, extendió la cooperación técnica de la OIT con países en desarrollo, Los Estados Unidos se retiraron de la OIT desde 1977 hasta 1980.
En 1978 el gobierno dominicano, presidido por Antonio Guzmán  decidió que las organizaciones sindicales fueran las representantes de los trabajadores, se designaron representantes de la CASC, la CGT y la CNTD.
El Secretario de Estado de Trabajo Dr. César Estrella Sadhalá representó al gobierno dominicano. José Gómez Cerda, fue miembro titular y  Fernando de la Rosa, miembro técnico, quienes  representaron a los trabajadores dominicanos . Además se acordó que la representación de los trabajadores fuera rotativa entre las tres principales organizaciones sindicales.
La OIT desempeñó también un papel importante en la emancipación de Polonia de la dictadura comunista, al darle su apoyo total a la legitimación del sindicato Solidarnosc basándose en el respeto del Convenio No. 87 sobre libertad sindical, que Polonia había ratificado en 1957.
El problema migratorio haitiano en la República Dominicana se inició en la década de los 80, en la OIT, un caso por  violación de derechos laborales de los cortadores de caña haitianos y  al denunciarse las condiciones de los bateyes azucareros estatales.
Se comprobó que braceros haitianos eran trasladados de los ingenios que los habían contratado a otros, y en muchos casos a empresas privadas, sin la autorización de ellos, lo cual la OIT considera que es un trabajo esclavo.
El Estado dominicano operaba un consorcio de 12 ingenios (CEA) y era el mayor empleador de braceros, contratando con el gobierno de Haití los términos para su reclutamiento, remuneración y repatriación al finalizar la zafra.
Una comisión de encuesta de la OIT vino al país en 1981 y 1983, recomendando medidas sobre contratación, traslado, formas de pago, sindicalización, residencia temporal, a las cuales una comisión de expertos del organismo dio seguimiento durante la década.
Michel Hansenne de Bélgica asumió el cargo en 1989 y condujo la OIT después del fin de la Guerra Fría..
El 4 de marzo 1999 el chileno Juan Somavia asumió el cargo de Director General.
Somavia planteó la importancia de convertir el Trabajo Decente un objetivo estratégico internacional y de promover una globalización justa. También destacó  el trabajo como un instrumento para la superación de la pobreza y el papel de la OIT en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que incluyen la reducción de la pobreza a la mitad para 2015.
El británico Guy Ryder fue elegido como el décimo Director General de la OIT en mayo de 2012. En noviembre de 2016 fue reelecto por otros cinco años.
La República Dominicana fue admirada en la OIT cuando presentó un Código de trabajo que había sido modificado por medio de la conciliación y el consenso de las tres partes de la producción, que son el gobierno, los empleadores y los trabajadores.
La OIT ha jugado un importante papel en la orientación, educación y acción de los trabajadores en todas partes del mundo  José Gómez Cerda

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