"Sudáfrica, Venezuela y Bielorrusia invitaron a Gadafi, pero este no quiso abandonar el país", revela.
Ayudó a otros países del tercer
mundo, desde Asia hasta América Latina. También a todos aquellos que sufrieron
desastres naturales, hambruna e invasión de langostas, añade Misuri.
"Enviamos medicinas y aviones. Si un presidente pedía ayuda, recibía entre
medio millón y cinco millones de dinares", explica.
Hosni Mubárak, el líder de Egipto entre 1981 y 2011, y Zine Abidine Ben
Alí, el presidente tunecino entre 1987 y 2011, se acercaron supuestamente a
Gadafi en busca de ayuda financiera.
Misuri asegura también que el propio
Gadafi le dijo, en persona, que había financiado la campaña electoral de
Nicolás Sarkozy. "Más tarde, un periodista portugués le preguntó qué
cantidad le había entregado y él respondió que 20 millones de euros",
asegura. Más tarde, el líder libio repitió esa cantidad por televisión en varias
ocasiones. Su hijo, Saíf Islam, y Ziad Takieddine —ahora uno de los
acusadores de Sarkozy en el escándalo de presunta financiación ilegal—, le
entregaron maletas llenas de billetes al propio Sarkozy, añade.
Cuando comenzaron las dificultades para el líder libio, ni el presidente
egipcio ni el jefe de Estado tunecino pudieron ofrecer su ayuda a Muamar
Gadafi: ambos ya habían perdido poder. Sin embargo, los países africanos
trataron de resolver entre la población los disturbios que estallaron en Libia
el 17 de febrero de 2011, aunque fracasaron, explica el que fuera intérprete de
Gadafi.
Misuri no sabe dónde ha podido ir a parar el dinero del exlíder libio, y
cuenta que todos sus inmuebles estaban registrados como donaciones religiosas.
No se sabe si dejó dinero en efectivo a sus hijos. "Cuando hablan de sus
activos congelados, se refieren a los de su Gobierno", puntualiza, y
subraya que desconoce si hay cuentas a nombre de sus hijos.
El 20 de marzo, Sarkozy fue detenido en Francia por la presunta
financiación ilegal de su campaña electoral de 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario