Gigantesca militarización
por parte del Ejército y la Policía-Militar (PMOP+Fusina) en todo el país para
aplastar el Paro Nacional.
Durante las primeras horas,
el pueblo ha salido a las calles y en los barrios, levantando barricadas y
tomando las carreteras en su primer día lo que el coordinador de la Alianza
Opositora contra la Dictadura, Manuel Zelaya, considera son “los primeros pasos
hacia la Insurrección Popular para tumbar al Dictador”.
Ha sido fuertísima y esperada la represión por parte de los uniformados que andan
fuertemente armados hasta los dientes, pese que la representante de la ONU
(vease el video) ha subrayado ante las autoridades hondureñas que no deben ser
estas unidades y cuerpos del Ejército Nacional que sean los encargados para
reprimir en las calles de lo cual no tienen la preparación para tratar las
masas protestando.
Según los organismos de DDHH, han sido justamente los órganos PMOP y la Fusina que han cometido 26 de los 31 muertos registrados hasta el 31 de diciembre (ahora son más de 40) de la población civil que ha protestado contra lo que llama el “Monumental Fraude Electoral” el 26 de noviembre de 2017.
El Ejército dispara balas
vivas durante toma pacífica y durante nuestra entrevista con manifestantes en
la Colonia Villanueva, Tegucigalpa
Durante toma pacífica y
durante nuestra entrevista con manifestantes en la Colonia Villanueva,
Tegucigalpa unidades del Ejército de Honduras disparan balas vivas en dirección
nuestra.
Fue una camioneta del Ejército que interrumpió y desde la misma
paila los militares dispararon a los
manifestantes y a nosotros que estábamos en medio de la calle entrevistando a
los líderes de la toma. La gente se tiraba al suelo o a los desvíos para
escaparse el fuego mortal.
Fue una toma pacífica y el tráfico no fue interrumpido por la acción hasta que llegó el Ejército.
El Paro Nacional en
Honduras, convocado para el 20-27 de enero comenzó ayer con una fuerte
represión en varias partes de la nación centroamericana.
En el municipio de Sabá,
departamento de Colon, fue muerto por las balas del Ejército Selmo Villareal,
un campesino de tercera edad. Fue el Ejército, y en menor grado la policía, que
fue lanzado a la calle para reprimir al pueblo, según la Alianza Opositora
Contra la Dictadura. Fue ésta oposición política que convocó el Paro en
protesta a lo que considera un monumental fraude electoral el 26 de noviembre
de 2017.
La meta es reforzar la
“Insurrección Popular” en todo el país para tumbar al “Dictador”, Juan Orlando
Hernández.
En la capital hablamos con
Rodrigo, uno de los activistas de la Alianza en la populosa colonia Villanueva,
víctima de la extrema pobreza como consecuencia de una política de hambre y de
terror, dice sus habitantes.
Villanueva está situada en
las montañas en la salida estratégica de la carretera Panamericana que va hacía
la frontera de Nicaragua. Rodrigo subraya que la toma de la Carretera
Principal, con su tráfico pesado y liviano de transporte, es pacífica. “Nos
manifestamos pacíficamente pero siempre viene los opresores con sus bombas
lacrimógenas, sin saber que hay niños, mujeres de la tercera edad, hay mujeres
embarazadas que han sufrido esos lacrimógenas y que han desmayado por los gases
(de Pimienta). Ellos [los militares] no piensan de lo que pueden ocasionar”.
“Hacemos un llamado a la Policía-Militar (con 4600 unidades en nueve
batallones) que son opresores y traidores de la patria, ¡que cesen la opresión
inmediatamente porque nos manifestamos pacíficamente”!
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